top of page
![](https://static.wixstatic.com/media/7e6de6_c747e1c196fb46208b6330b721feb748~mv2.png/v1/fill/w_80,h_263,al_c,q_85,usm_0.66_1.00_0.01,enc_auto/7e6de6_c747e1c196fb46208b6330b721feb748~mv2.png)
Manuel Morales tiene un trabajo intenso, que nos lleva al subsuelo, a la fuerza inherente de los elementos minerales, se podría decir que nos transforma y nos configura hacia una poética de lo efímero, a pesar de la de durabilidad de los materiales que usa, casi eternos.
A partir del descubrimiento de las propiedades y peculiaridades de la arcilla virgen, este material le ha llevado a trabajarlo de forma habitual en esculturas de gran formato a base de encofrados, hermanado el hierro o en los huecos que derivan de sus acciones, pequeñas piezas que acaban adquiriendo total autonomía. En todos los casos, situando los puntos áureos en desequilibrio para, posteriormente, volver a restablecer la armonía.
bottom of page